El Instituto Nacional Electoral prepara la emisión de credenciales digitales para votar, sin embargo, esto no implica que sustituya al documento en físico; a continuación te presentamos detalles.

En un paso hacia la modernización de los procesos electorales en México, el Instituto Nacional Electoral aprobó en días decientes la Estrategia de transformación digital del Registro Federal de Electores, un plan que incluye el desarrollo de una credencial digital para votar y el uso de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial.

El anuncio fue encabezado por el consejero electoral Arturo Castillo Loza, presidente de la Comisión del Registro Federal de Electores, quien destacó que la iniciativa busca mejorar los servicios vinculados al registro electoral, fortalecer los vínculos institucionales y ofrecer nuevas alternativas digitales para la ciudadanía.

“La estrategia busca que la ciudadanía encuentre en los servicios digitales una alternativa efectiva para realizar sus gestiones”, afirmó Castillo Loza.

Credencial digital: una versión beta, no sustitutiva

Uno de los elementos más innovadores del plan es la implementación de una versión digital de la credencial para votar, que coexistirá con la credencial física durante una primera etapa. Esta versión beta busca atender las necesidades de identificación en un entorno cada vez más digitalizado.

Entre sus ventajas destacan:

• Mayor flexibilidad para emisión y actualización.

• Funcionalidades ampliadas.

• Mejor control sobre los datos personales.

• Soberanía digital de la información ciudadana.

Este avance no solo facilitará el acceso a trámites del registro, sino que también sienta las bases para futuros desarrollos como el voto electrónico, en línea con tendencias internacionales en materia de participación ciudadana.

Inteligencia artificial y ciberseguridad, ejes del cambio

La estrategia contempla también el uso de inteligencia artificial para detectar patrones irregulares en el padrón electoral y la lista nominal. Esto será clave para prevenir fraudes, como registros duplicados, especialmente entre votantes en el extranjero.

Además, se planea establecer mecanismos de interoperabilidad entre instituciones y un ecosistema robusto de ciberseguridad para garantizar la protección de los datos personales de los ciudadanos.