Este lunes se dictó cadena perpetua a una profesora de 48 años, identificada como Myeong Jae Wan, tras asesinar a una alumna de siete años en un colegio de Daejeon, en Corea del Sur, quien ya había sido reportada por otros padres de familia por tener “ataques de ira” frente a los alumnos, aunque no fue removida de su cargo

De acuerdo con medios surcoreanos, los hechos ocurrieron en febrero de este año y, desde entonces, generó un intenso debate sobre la seguridad en las escuelas y la supervisión del personal educativo. El caso ha sido calificado como “poco común” por la corte, que subrayó la responsabilidad de la institución educativa, señalando que la niña no recibió la protección necesaria

“El asesinato es un delito que se lleva a un ser humano. En este caso, se trata de una niña que no logró la protección suficiente por parte del centro educativo, donde debería haber estado a salvo”, afirma la corte.

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De acuerdo con el tribunal, Myeong Jae Wan llevó a la menor, identificada como Kim Hae Neul hasta su aula y posteriormente la atacó con varias puñaladas, provocando la muerte inmediata de la niña debido a la gravedad de las heridas, por lo que  Fiscalía había solicitado la pena de muerte.

Esta sentencia se dicto considerando la gravedad del crimen y el pedido de la familia de la víctima de imponer “la pena más dura”, sin embargo, el tribunal explicó que resultaba “difícil” reunir pruebas suficientes para respaldar esa condena extrema, optando finalmente por la cadena perpetua. La corte enfatizó que el asesinato de un ser humano es un delito grave, y que en este caso, la víctima era una niña vulnerable, aumentando la indignación pública.

La agencia de noticias surcoreana Yonhap informó que, antes del crimen, ya se habían registrado quejas contra la profesora, quien había mostrado “conatos de ira” en repetidas ocasiones, se mencionó que Myeong había golpeado un ordenador y se había enfrentado a otro docente días antes del ataque, lo que habría alertado a la comunidad educativa sobre su comportamiento agresivo.

Sin embargo, estas señales no fueron suficientes para prevenir la tragedia.